Tocar un instrumento musical puede provocar cambios fundamentales en
el cerebro de una persona joven, conformando tanto su funcionamiento
como su estructura física, aseguran unos investigadores.
Tres
estudios presentados esta semana en la reunión anual de la Sociedad de
Neurociencia (Society for Neuroscience), en San Diego, sugirieron que el
entrenamiento musical puede lograr lo siguiente:
- Mejorar la capacidad de una persona de procesar información de varios sentidos a la vez con efectividad.
- Afectar la forma en que el cerebro de una persona joven se desarrolla, si se comienza a tocar música antes de los 7 años de edad.
- Fomentar la conectividad entre las partes del cerebro asociadas con la creatividad y la improvisación.